El dinero es energía, y aprovechar esa energía requiere el uso de un plan de negocios espiritual que el universo ya nos ha señalado. Esto implica: ser la causa y no el efecto en la vida; asumir responsabilidad; romper las barreras del pensamiento rutinario y la culpa; y utilizar el estrés como una plataforma para ascender a nuevos niveles de riqueza y logros. Yehuda muestra cómo utilizar las metas de forma estratégica y flexible para crear abundancia en todas las áreas de la vida. Al armanos con la certeza, podemos vencer a nuestro Competidor (nombre código para nuestro ego), y continuamente estar en el lugar correcto en el momento correcto, y tomar las descisiones correctas para los negocios. Utilizar los principios espirituales puede ayudarnos a atraer más sustento del universo, así como más plenitud en un mundo que trabaja mejor para cada persona.